Capítulo 11

                                
                                              Sound ‘Of’ Silence
                        Capítulo 11

Cuando al fin había encontrado la salida entré en un callejón y me boté encima de un coche que se encontraba justo en aquel sitio. Tras unos minutos observé una ligera sombra que se trataba de Michael, preocupado dijo:
-¿Qué es lo que te ocurre?
baje la mirada y comencé a llorar con más fuerza aún.
-Es mi Hermano... me mandaron un mensaje diciendo esto:      ‘Hoy día 23 de noviembre de  1997,
    el paciente Samuel Nzeyimana
    no se encontraba en el hospital esta
    mañana, por favor acuda al hospital
    lo más rápido posible, gracias.’ 
Michael tenía cara de asombro total, la preocupación marcaba su rostro, era capaz de observar la confusión que rodeaba su mente, pero sin embargo fue capaz de ofrecerme su ayuda.
-Vayamos hacia el hospital ahora mismo. Dijo.
-No Michael, creo que te he causado bastantes problemas ya, creo que tienes suficiente con tus asuntos para que yo encima te fastidie, de verdad gracias por ayudarme y por todo el esfuerzo que ya has sido capaz de hacer por mí, pero creo que esto ya debe acabar, debo de dejar de arrastrarte entre mis miserias.
Con su dedo recorrió ligeramente la silueta de mi cara levantándome la mirada.
-Solo te pido que no vuelvas a decir esto en tu vida, si sería capaz de dejarte aquí y no llevarte hasta el hospital no me lo perdonaría en la vida, hago todos los esfuerzos posibles porque ayudarte es algo que necesito hacer para sentirme completo, así que por favor, te lo pido por favor no repitas jamás semejante cosa ¿está claro?
Coloque mi mirada entre sus brillantes ojos, no hacía falta contestarle a lo dicho ya que mi cara expresaba todo lo que me tenía planteado decir.
Una vez dentro de la limusina camino hacia el hospital, no era capaz de dejar de contemplar aquellas maravillosas estrellas que marcaban el cielo, era increíble, incluso en los peores momentos eran capaces de brillar.

Resisten a todo, no hay quien pueda vencerlos por eso suelo admirarlos tanto, ojala yo pudiera ser capaz de lo que son capaces cada uno de ellos.
Cuando nos encontrábamos dentro del hospital mi corazón volvió a perder el control, y mi cuerpo expresaba nerviosismo. De inmediato logré ver a la enfermera que era responsable de mi hermano.
-¿¡Cómo que mi hermano no está!? Grité enfadada.
-Lo siento desde el corazón de verdad, en cuanto fui a darle la comida ya no se encontraba en el cuarto, perdóneme, perdóneme por favor. Dijo alterada arrepentida de lo que sucedía.
-¡Ni perdón ni nada! Solté entre gritos y lágrimas.
-Amber intenta calmarte. Escuché a Michael en el fondo.
Apunto de soltar otros de mis mejores gritos pasando completamente de lo dicho recibí otro mensaje.
   ‘¡Eres un asco! ya que andas con una famoso no tienes ni tiempo para cuidar de tu hermano, no sabes asumir tus responsabilidades, las veces que me repetías que amabas a tu hermano es una gran ¡MENTIRA!, suerte que me tienes a mi y que fui capaz de ir a buscar a tu hermano cuando lo necesitaba cosa que no haría tu queridísimo MICHAEL JACKSON, cuando el se canse de ti volverás lo sé, cuando eso pase de repente vas a volver a querernos, pero de momento no queremos saber nada más de ti.
¡NI YO, NI TU HERMANO!’