Capítulo 4

                                  
                         Sound ‘Of’ Silence
                            Capítulo 4

-Buenos días dormilona. Espero que hayas descansado un poco.
Al escuchar esa voz tierna abrí lentamente los ojos, cuando vi de quien se trataba de inmediato volví a cerrarlos y los froté fuerte hasta causarme daño creyendo que lo que veía tan solo eran alucinaciones mías. Daba igual frotarme los ojos o abrirlos y cerrarlos una y otra vez porque era verdad, casi increíble pero cierto Michael se encontraba justo enfrente mía. Lo que provocó que me despertara de un golpe como no hacía hace mucho tiempo.
Algo confusa pregunté:
-¿Michael Jackson qué hago aquí? No espera...  ¿Cómo he llegado hasta aquí?
una risita salió se su interior.- No hace falta que me llames por mi apellido señorita Amber.
-Perdone usted señorito, pero ¿quisiera responder a mi pregunta?- Dije algo sarcástica.
- En vez de hacer tantas preguntas ¿por qué no vienes conmigo a dar un paseo por el jardín.

Asentí.
-pues vámonos de paseo señorita. Dijo sonriente.
Me cogió de la mano y me condujo por aquellos maravillosos e infinitos pasillos, antes de llegar al jardín primero teníamos que atravesar un puerta gigantesca al abrirlo me quedé asombrada con el inmenso jardín lleno de flores y caminatas echo de piedra rodeada de rosas blancas.
- Es hermoso. Comenté
-Ven tengo que mostrarte muchas cosas todavía.

Era estupendo ver como Michael apreciaba toda la naturaleza como le importaba uno de cada mínimo detalle de ello, había tantas cosas que nunca había llegado a ver en mi vida.
Cuando llegamos a un pequeño río Michael decidió pararse y sentarse al lado de la orilla.
-Ven siéntate. Dijo de inmediato.
- Todo esto es admirable. Dije asombrada.
- Sí, si que lo es.

-Michael... puedes por favor decirme ¿cómo he llegado hasta aquí?
No reaccionó, simplemente se agachó y me tiró agua en toda la cara.
Soltó una carcajada.- ¿No te lo esperabas verdad?

-No Sabes con quien te acabas de buscar problemas. Dije con voz amenazadora.
-Uy no sabes el miedo que das. Dijo mientras hacia gestos.
-Pues debería. Dije cuando me agaché y le tiré agua manchándole la camisa entera y parte del pantalón.
Lo siento justo es justo. Dije entre carcajadas.
-¡Ahora verás!
Me cogió entre sus brazos y me tiró nada más y nada menos entera al agua.
-Ahora te toca a ti chulito.
-No no quiero mojarme más, vas a tener que bañarte tu solita.
-¡De eso nada! Dije sin que se había dado cuenta de que estaba colocada justo detrás de él.
Un pequeño empujón era el prefecto para que perdiera el equilibrio e iba de cabeza al agua.
Estoy convencida que se escuchaban nuestras risas hasta la otra parte del mundo, Michael no era capaz de parar de ahogarme por lo tanto que no hacía más que tragar agua yo intentaba hacer lo mismo pero era demasiado rápido.
-¡No es justo! Dije enfada.

-mira que eres lenta eh, pequeña tortuga.
El echo de que me había comparado con una tortuga me cabreó lo bastante para que me pusiera las pilas de una vez y lo inundé inesperadamente. Tragó tanta agua, que subió la cabeza tosiendo como si hubiera cogido una gripe.
Yo casi cayéndome de la risa dije:

- Te iba a preguntar si querías ir a tomar algo pero creo que ya has tragado suficiente.
-¡Serás...!
Nos pasamos el resto de la tarde ahogando el uno al otro me lo estaba pasando tan bien que me olvidaba de todo y estaba en lo cierto:
-¡Mi hermano, Tengo que ir a ver a mi hermano!